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A lo largo de las diferentes etapas del Rally Dakar hay anécdotas que muchas veces sólo los pilotos conocen después de largas horas a lomos de la moto o al volante de un coche. No caerse de la moto es casi un milagro durante el Dakar, lo único importante para el piloto en ese momento es volver a subirse a la moto como si nada hubiese pasado. Hay un piloto que lleva a rajatabla esta filosofía: se trata de Ivan Jakes.
El eslovaco corría la tercera etapa del Rally Dakar 2017 sobre su KTM cuando literalmente le cayó un rayo y continuó la etapa hasta finalizarla en la decimosexta posición. Cuando acabó la etapa fue inmediatamente hospitalizado.
Sucedió durante la última parte de la tercera etapa entre San Miguel de Tucumán y San Salvador de Jujuy. A esas alturas de la etapa se produjo una tormenta eléctrica y la moto atrajo el rayo por el sistema eléctrico. Curiosamente el eslovaco no se cayó y continuó pilotando en las dunas del territorio paraguayo.
"El impacto fue tremendo", declaró un miembro de su equipo. "No podía ver nada por su ojo izquierdo y tuvo que recorrer 300 kms con muchos problemas para calcular las distancias. Tiene muy dolorido el hombro izquierdo, la mano entumecida, y ve colores azules y verdes por el ojo. Pero nada puede pararle, en el peor de los casos le daremos un road-book en braille", bromean.
Una vez terminó la etapa en la 16ª posición fue hospitalizado; los servicios médicos del Dakar confirmaron que el piloto tenía dolores en el lado izquierdo del cuerpo, dolores de cabeza y problemas de visión, síntomas propios de una descarga eléctrica según el cuadro médico.
Nada paró a Jakes, que disputó la cuarta etapa a pesar de la recomendación de no correr de los médicos. "De ningún modo", respondió Jakes a los doctores. "quiero demostrar que puedo llegar hasta el final". Lamentablemente, el piloto de KTM tuvo que abandonar finalmente la carrera en la sexta etapa.